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sábado, 15 de abril de 2017

Justicia, Validez y Eficacia del Derecho



Cuando se considera que hay valores supremos, objetivamente evidentes, preguntarse si una norma es justa o injusta equivale a preguntarse si es apta o no para realizar esos valores. Pero también en el caso de quien no crea en valores absolutos, el problema de la justicia de una norma tiene un sentido, equivale a preguntar si esa norma es apta para realizar los valores históricos que inspiran ese ordenamiento jurídico, concreta e históricamente determinado. Norma justa es lo que debe ser; norma injusta es lo que no debería ser. 

Plantear el problema de la justicia de una norma es plantear el problema de la correspondencia de lo que es real y lo que es ideal. Por eso, el problema de la justicia se conoce comúnmente como el problema deontológico del derecho y da lugar a la teoría y a la filosofía del derecho. No existe una fórmula única (e idéntica) para resolver desde el punto de vista de la justicia, todas las cuestiones planteadas, sin observar los demás criterios (validez y eficacia).

La validez jurídica de una norma equivale a la existencia de esa norma como norma jurídica. Mientras que para juzgar la justicia de una norma es necesario medirla según un valor ideal, para juzgar su validez se requiere realizar investigaciones de carácter empíricoracional, investigaciones que se hacen cuando se tratan de establecer la entidad y la dimensión de un suceso.

Particularmente, para decidir si una norma es válida (esto es, si existe como regla jurídica que pertenece a un determinado sistema). 

En síntesis la validez del Derecho supone la existencia de una autoridad competente para la creación de este, estrictamente de un poder Legislativo que procura crear normas acordes con los valores de justicia sin olvidar su eficacia en los individuos, es decir, la validez es la existencia de un poder constituido fundamentalmente para la creación  aprobación de las normas jurídicas, de no ser emanadas de dicho poder, las normas serian invalidas.

La investigación para determinar la eficacia o ineficacia de una norma es de carácter histórico-social, y se orienta al estudio del comportamiento de los miembros de un determinado grupo social, diferenciándose tanto de la investigación de carácter filosófico sobre la justicia de la norma, como de la típicamente jurídica acerca de su validez. También aquí, para usar la terminología docta, aunque en un sentido diferente del acostumbrado, se puede decir que el problema de la eficacia de las reglas jurídicas es el problema fenomenológico del derecho y da lugar a la sociología del derecho.

Una norma vale socialmente si es obedecida o en caso de desobediencia se aplica una sanción. Sobre este punto nos resulta pertinente citar lo expresado por Bobbio en su obra Introducción al derecho al establecer: Aquellos que deseen comprender la experiencia jurídica en sus diversos aspectos deben tener en cuenta que ella es parte de la experiencia humana cuyos elementos constitutivos son ideales de justicia por lograr, instituciones normativas por realizar, acciones y reacciones de los hombres frente a esos ideales y a estas instituciones; y establece que estos tres criterios constituyen diversos aspectos de un solo problema, el de la mejor organización de la vida de los hombres asociados.

Tal como ya expuse la eficacia no es más que la determinación de cumplimiento de la norma por quienes son llamados a hacerlo (el pueblo), es decir que, al ser promulgada una norma validamente creada, esta se hace de obligatorio cumplimiento por todos los ciudadanos del territorio donde regirá dicha norma, en ese sentido la norma deberá ser respetada y cumplida por sus destinatarios o les será impuesta una sanción; a esto es que se refiere el concepto de eficacia.

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